lunes, 23 de febrero de 2015

Retrospectiva.

No. No. No.

Pasó casi un año desde la última entrada. Y pude ver, como una película tragicómica, cómo cambió todo hasta el punto donde estoy.

En sí, para resumir... en agosto empecé a trabajar en un hospital de renombre, terminó el contrato y me salió otro puesto en una clínica, donde actualmente trabajo. Todo eso gracias al inmenso y eterno esfuerzo de mi familia, que día a día intento recompensar con todo mi amor, porque si no fuera por ellos en las buenas, y sobretodo en las malas, estuviera perdida. Mi papa se recibió de médico en septiembre. Un orgullo. Ojalá mis abuelos donde estén lo sepan y estén contentos por él. En diciembre me recibí de enfermera profesional, y obtuve puestos de vacunadora de bebés y enfermera circulante de cirugía en la misma clínica. Y sigo enganchada del estadounidense. Todo es hermoso...

Salvo porque extraño muchísimo estar en mi casa, con mi familia; porque siempre hubo y hay gente de mierda que quiere pasar un trapo sobre uno, y bueno, esos "detalles". En realidad, los puteríos son un mal necesario, de otra forma no aprendés a poner puntos o a saber en quién confiar o en quién no. Hice amigos. Puntualmente, un grupito muy pequeño pero que siempre me llenan de sensaciones lindas. Me hacen reír, se preocupan por mí. Espero que no sean parte del lado falso de la sociedad. No soportaría otra traición.

Mis bichos están hermosos. Felices. Y yo los amo con mi ser. Sobretodo a Banda Ancha que me mima mucho.

Después con más tiempo contaré historias más específicas. Fiascos, huevadas, cosas tiernas... en fin. Nadie me lee pero me gusta que mi página siga abierta, jaja.
Me gusta pensar que quizás alguien que googleó mal terminó leyendo mi blog :P

Pd: En la foto, Omi varón, Bandi y yo.

2 comentarios:

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    1. Gracias por leer! Pensé que esto quedaba en el olvido de toda la internet. Mira, no dudo que pueda ser. O sea, no me extrañaría. Sin embargo, te digo "ojalá que no", porque se siente como una patada al estómago de nuestro ego, no? Jajaja. Esto me pasó hace como cuatro años! Y me enseñó a prestar mas atención. Gracias de nuevo, Santa. Éxitos!

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